Hablar de Oaxaca es hablar de una tierra vibrante donde la historia precolombina, el arte popular, los sabores intensos y los paisajes naturales conviven en perfecta armonía. Este estado del sur de México no solo es un ícono cultural nacional, sino también uno de los destinos turísticos más fascinantes del país. Desde el bullicioso centro histórico de su capital hasta las costas tranquilas de Mazunte, y desde las ruinas zapotecas de Monte Albán hasta las aguas minerales de Hierve el Agua, Oaxaca ofrece experiencias inolvidables para todo tipo de viajero.
Ya sea que viajes con un presupuesto ajustado, medio o quieras disfrutar de alojamientos de lujo, Oaxaca tiene algo especial para ti. En esta nota exploraremos lo mejor que puedes hacer en Oaxaca, los lugares imperdibles, las experiencias locales más auténticas y cómo organizar tu viaje según tu bolsillo. Todo lo que necesitas saber está aquí.
Una introducción necesaria: por qué Oaxaca es uno de los destinos turísticos más completos y valorados de México
Oaxaca ha sabido posicionarse como uno de los destinos predilectos para quienes buscan una experiencia integral que combine cultura, aventura, gastronomía y descanso. Su patrimonio cultural ha sido reconocido por la UNESCO, su gastronomía ha ganado premios internacionales, y su gente es famosa por su calidez y hospitalidad.
A diferencia de otros destinos más masivos, Oaxaca mantiene una esencia auténtica y viva, especialmente en sus tradiciones indígenas, sus mercados, su arte textil y su cocina regional. Este equilibrio entre lo ancestral y lo moderno hace que Oaxaca no solo se visite, sino que se sienta.
Lugares que no podés perderte en Oaxaca: pueblos mágicos, naturaleza, ruinas y experiencias auténticas
Monte Albán: exploración arqueológica en uno de los centros zapotecas más importantes de Mesoamérica
Monte Albán es una antigua ciudad zapoteca situada en lo alto de una montaña con vistas espectaculares del Valle de Oaxaca. Fundada alrededor del 500 a.C., es uno de los sitios arqueológicos más importantes del país. Las pirámides, plataformas ceremoniales y tumbas revelan el poder de una civilización que floreció siglos antes de la llegada de los españoles.
El lugar se recorre fácilmente en medio día y ofrece una conexión profunda con la historia indígena de la región. Recomendamos llevar agua, sombrero y calzado cómodo para disfrutar del recorrido.
Hierve el Agua: una maravilla natural con cascadas petrificadas y piscinas de agua mineral
Ubicado en la Sierra Mixe, Hierve el Agua es un conjunto de formaciones rocosas que imitan el aspecto de cascadas congeladas, formadas por minerales que fluyen con el agua de manantial. En la cima encontrarás pozas naturales donde puedes darte un baño mientras disfrutas de vistas espectaculares del valle.
Es uno de los paisajes más fotogénicos de Oaxaca, ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía. El lugar también ofrece senderos para caminatas cortas y áreas donde los artesanos locales venden productos tradicionales.

Mazunte y Zipolite: paraísos costeros oaxaqueños donde el tiempo se detiene
Si buscas playas tranquilas, ambiente relajado y contacto con la naturaleza, Mazunte y Zipolite son perfectos. Mazunte destaca por su Centro Mexicano de la Tortuga, mientras que Zipolite es famoso por su atmósfera bohemia y ser una de las pocas playas nudistas legales del país.
Ambos destinos ofrecen opciones de hospedaje económico y ecológico, así como una vibrante escena gastronómica basada en productos frescos del mar. El atardecer en estas playas es simplemente mágico.

San José del Pacífico: neblina, montañas y experiencias únicas en la sierra
Situado a medio camino entre Oaxaca capital y la costa, este pequeño pueblo de montaña es conocido por sus vistas cubiertas de neblina, sus retiros espirituales y su contacto con la naturaleza. San José del Pacífico también es famoso por su relación cultural con los hongos alucinógenos, pero más allá de eso, es un excelente lugar para desconectar.
Los bosques de pino, las cabañas de madera y la tranquilidad del lugar hacen de este destino una joya escondida para quienes buscan una experiencia introspectiva y auténtica.

Un itinerario recomendado para explorar Oaxaca en 7 días, combinando cultura, naturaleza y descanso
- Día 1: Llegada a Oaxaca capital. Recorrido por el centro histórico, visita al Templo de Santo Domingo y cena tradicional en un restaurante local.
- Día 2: Excursión a Monte Albán por la mañana. Por la tarde, visita al Mercado Benito Juárez y degustación de mezcal.
- Día 3: Visita a Hierve el Agua y al pueblo de Teotitlán del Valle, famoso por sus tapetes artesanales.
- Día 4: Traslado a San José del Pacífico. Caminata ligera y noche en cabaña de montaña.
- Día 5: Llegada a la costa. Alojamiento en Mazunte o Zipolite. Tarde libre en la playa.
- Día 6: Visita al Centro Mexicano de la Tortuga y paseo en lancha por los manglares cercanos.
- Día 7: Regreso a Oaxaca capital o conexión hacia el siguiente destino.
Alojamientos en Oaxaca según tu presupuesto: opciones económicas, intermedias y de lujo con encanto local
Si viajas con bajo presupuesto, Oaxaca tiene una amplia oferta de hostales, posadas familiares y alojamientos ecológicos. En el centro histórico puedes encontrar hostales con camas compartidas por menos de 15 USD por noche, algunos con desayuno incluido. También hay cabañas rústicas en San José del Pacífico o bungalows en Mazunte desde precios muy accesibles.
Para un presupuesto medio, puedes alojarte en hoteles boutique en Oaxaca capital con excelente diseño y desayuno típico incluido. También hay posadas frente al mar en Zipolite que combinan buen servicio y ubicación sin excederse en precio. La ventaja de este nivel es que puedes combinar comodidad con autenticidad sin gastar demasiado.
Si tu viaje es de lujo, Oaxaca ofrece experiencias excepcionales: hoteles dentro de edificios coloniales, spas con tratamientos basados en ingredientes locales, cenas gourmet con maridaje de mezcales y hasta estancias privadas frente al mar en Huatulco. Algunos hoteles de lujo incluso ofrecen tours privados a Monte Albán o Hierve el Agua.

Consejos clave para disfrutar Oaxaca al máximo: cultura, seguridad, transporte y clima explicados con detalle
Viajar a Oaxaca es seguro si se toman precauciones normales. Es recomendable usar taxis oficiales o apps, evitar zonas muy solitarias por la noche y cuidar pertenencias en los mercados. En general, la gente es amable y servicial, especialmente en pueblos más pequeños.
El transporte es accesible: puedes moverte en colectivo, taxi o camioneta tipo “suburbana” entre regiones. Para la costa, es común usar autobuses nocturnos o traslados privados. Para aprovechar mejor el viaje, se recomienda combinar transporte público con algunas excursiones organizadas.
El clima varía según la región: en la capital es templado todo el año, mientras que en la costa puede hacer mucho calor. En la sierra puede refrescar por la noche. Llevar ropa ligera pero también una campera o suéter es una buena idea.
No dejes de probar los moles (especialmente el negro), los tlayudas, el chocolate oaxaqueño y por supuesto, el mezcal artesanal. Comer en los mercados es una de las experiencias más sabrosas y auténticas.
Oaxaca es tradición viva, naturaleza impactante y hospitalidad sin igual: una experiencia que transforma a cada viajero
Oaxaca no se resume en un solo tipo de viaje. Es un destino donde cada paso es una lección de historia, cada comida un ritual, y cada encuentro una oportunidad de conectar con lo esencial. Ya sea que te aventures solo, en pareja o en grupo, lo que vivirás en Oaxaca quedará marcado en tu memoria.
Si buscas cultura, aventura, descanso y conexión humana, Oaxaca es ese lugar que necesitas visitar al menos una vez en la vida.